camas distintas

Era fácil tomar el teléfono y llamar al primero de la lista
funcionó
la noche se vino cuesta abajo y terminamos involucrados hasta decir basta
mis manos eran testigos del sudor de su cuerpo y mi tórax no podía más al llenarse
alguien estaba ahí junto a mi, pero ese alguien no era el mismo de mi mente
distorcionadamente pensaba en aquel hombre guapo de extraño hablar,
 el de los besos cortitos y mirada singular.
Ese que casi llorando me besó pidiendo disculpas por algo que no quería llamar ''error''
sentí por un segundo la conexión con su cama, jurando que sobre mí el temblaba
no era así y en una distancia cercana, el a su mujer verdadera besaba.-

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