No hace falta que te jure
querido compañero
que no debí quererte y sin
embargo te quiero
así que no hagas trampas que
sabes ya de sobra cual es
mi debilidad.
Y aquí es cuando tus ojos me
dejan desarmada
rompiendo en mil trocitos mi
parte más sensata.
Se cae mi teoria convertida en
un montón de palabras
que hoy vuelven solas a casa.
A diez centímetros de ti,
a diez años luz de mañana,
que importan las ciencias
exactas
si tú y yo somos así.
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